
Historia institucional
American University of Puerto Rico, surgió como institución educativa postsecundaria en 1963. En sus inicios se conoció como American Business College. Su currículo de estudios postsecundarios no universitarios estaba cimentado en el área de Administración Comercial y en Ciencias Secretariales, sirviendo a 300 estudiantes aproximadamente. Ésta se considera la primera de las que podrían señalarse como cuatro etapas en el desarrollo de la Institución.
La segunda etapa de American University se inició con los cursos a nivel universitario para el año 1973. Esta etapa se caracterizó, además, por el inicio del Programa de Transferencia en Artes y Ciencias y por el aumento rápido del personal docente y administrativo. Este paso fue de gran importancia ya que propició los fundamentos para el nivel subgraduado y, eventualmente, la escuela graduada que con el correr del tiempo culminarán las metas de la Institución.
En agosto de 1978 se inicia la tercera etapa, en la que la Institución pasó a ser un colegio universitario de cuatro años y adoptó el nombre de American College of Puerto Rico. Nuevas instalaciones físicas permitieron iniciar los cursos hacia el Bachillerato en Administración Comercial y, en mayo de 1980, la primera clase obtiene el Bachillerato en Administración de Empresas. Se inició el desarrollo físico y curricular de sus centros en Bayamón y Manatí. Las nuevas instalaciones permitieron a la hoy American University entrar en la década del 80 con sólidos recursos para responder al reto de alcanzar la excelencia académica y atender innumerables posibilidades de servicio.
En el 1982 el fortalecimiento académico, administrativo y de planta física rindió sus frutos cuando, tras las visitas de los grupos evaluadores del Consejo de Educación Superior de Puerto Rico y la Middle States Association American University recibió la acreditación de todos sus programas y la certificación del Consejo de Educación Superior de Puerto Rico. Desde ese momento hasta el día de hoy, AUPR ha mantenido un historial de pleno cumplimiento con sus entidades acreditadoras en Puerto Rico y con la Middle States Commission on Higher Education [MSCHE].
A partir de 1982 la Universidad se dio a la tarea de ampliar su planta física en Bayamón y Manatí con el fin de atender el crecimiento del cuerpo estudiantil, producto de los logros institucionales. Igualmente se desarrollaron importantes proyectos de revisión curricular que condujeron al establecimiento de nuevos programas. Sobresalen el Bachillerato en Ciencias Secretariales y el Bachillerato en Educación y Tecnología. En Administración de Empresas se establecieron especialidades en Contabilidad, Gerencia Recreativa, Gerencia de Compras y Comercio General. Se fortaleció el Programa de Transferencia en Artes y Ciencias mediante el desarrollo de nuevos cursos en Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Humanidades y el campo de las Comunicaciones.
Entre los años de 1986 al 1988 la Institución fue reacreditada y comienza una nueva etapa en su historia. Este nuevo logro se inicia con el reconocimiento que se le otorga a la institución al autorizar el cambio de su nombre de American College of Puerto Rico a American University of Puerto Rico. Este cambio coincide con la celebración de los 25 años de la Universidad y reconoce la labor de la facultad en el campo de la investigación y la creación literaria.
La cuarta etapa en el desarrollo de American University incluye la creación de alianzas con otras instituciones del país en proyectos colaborativos. Con la creación del Bachillerato en Justicia Criminal y el grado asociado en esa disciplina, en 1997, nuestra universidad recibió numerosa matrícula de la Policía de Puerto Rico y de los oficiales del Departamento de Corrección. Esta población fue atendida especialmente por el Método de Experiencias Combinadas para el Aprendizaje (MECA), que se creó como un servicio a la población adulta que trabaja y no ha terminado un grado universitario.
Los esfuerzos de American University en sus primeros 35 años de servicio le permiten iniciar el siglo 21 con una nueva etapa. En junio de 2001 se sometió la primera propuesta para iniciar estudios graduados. Esta tarea le correspondió a la Facultad de Artes y Ciencias en el área de Justicia Criminal. La maestría en Justicia Criminal será cualitativamente distinta en enfoque y contenido a las que se ofrecen en otras instituciones universitarias de Puerto Rico. En enero de 2007 esta iniciativa fue seguida por cuatro especialidades en las áreas de Educación en currículo y enseñanza: Educación Física; Ciencias General; Educación Elemental K-3; Educación Elemental 4to-6to y Educación Especial Secundaria (Transición).
Durante la última década y hasta el presente, AUPR gestionó exitosamente fondos adiciones que ayudaron a fortalecer la institución; innovó sus laboratorios adquiriendo tecnología punta y estableció un Centro para el Fortalecimiento de la Docencia. Con apoyo de un Consejo Asesor de expertos, rediseño sus programas en Sistemas de Información y Computadoras. En este proyecto desarrolló una alianza con la prestigiosa entidad internacional, CompTia y estableció que los estudiantes tomarían los exámenes para obtener sus certificaciones profesionales, como parte de sus cursos del bachillerato. Con el apoyo de otro Consejo Asesor revisó su Bachillerato en Comunicación.
Además, la Universidad invirtió sobre un millón de dólares en tecnologías de informática [IT]; actualizó su currículo; incorporó un innovador modelo de aprendizaje enriquecido por la web; en 2020 estableció un programa para la formación de profesionales bilingües; desarrolló modelos de estudio híbridos y en línea. Siguiendo un exitoso modelo conocido como Complete College, creó una beca institucional para cubrir un quinto curso cada semestre para que los estudiantes puedan completar su bachillerato en 4 años. También renovó la planta física, brindó nuevos servicios a la comunidad y fomentó la colaboración con otras universidades, entre muchas otras iniciativas.
No obstante, las iniciativas creadas para brindar una experiencia educativa innovadora y de calidad no pudieron neutralizar los eventos externos y permitir matricular y mantener el número de estudiantes necesarios. El impacto de los desastres naturales del 2017 sobre la región norte central resultó en la emigración de cientos de nuestros estudiantes. La crisis económica del país que siguió a los huracanes se exacerbó con la pandemia. Estos eventos incidieron sobre la población, incluyendo a nuestros estudiantes y sus familias.
Entre 2010 al 2020, Puerto Rico perdió 11.8% de su población. En agosto de 2000 el Departamento de Educación de Puerto Rico educó a 611,586 estudiantes; en el 2017 educó a 343,610 y en agosto de 2022 educó solamente a 259,535 estudiantes. Igual suerte ha sufrido el sector pre-K-12 privado que pasó de 210,844 estudiantes en el 2001-02 a 144,034 en 2014-15 y a 108,178 estudiantes en el 2020-21.
Esta realidad implicó que el reclutamiento de nuevos estudiantes sería cada vez más reducido y costoso, y no rendiría los resultados que la Universidad requiere para operar con integridad y cumplir con sus valores, misión, metas y objetivos académicos y de servicio a nuestros estudiantes.
Todo esto llevó a la triste, compleja y difícil decisión de terminar la operación de la Universidad en diciembre 31 de 2023. Para cumplir con sus estudiantes, la Universidad formalizó acuerdos con otras principales universidades de la región de cada campus para que dichas instituciones recibieran a cada estudiante, aceptando sus créditos del programa en el que estudiaba en (AUPR) y que dicha universidad ofrece. Estos acuerdos permiten que el estudiante se transfiera con un mínimo de ajuste y pueda completar su grado sin que le afecte la decisión tomada por nuestra Universidad.
La Junta de Síndicos, la administración, facultad y personal no docente se sienten orgullosos de la labor realizada a lo largo de estos 60 años de historia. La Universidad cumplió a cabalidad con todas las normas y expectativas que rigen las operaciones universitarias y los miles de egresados de American son su mejor legado. AUPR completó su misión orgullosa de los logros alcanzados, los de sus egresados, de la facultad y del personal no docente y profesional que les han servido, dejando un legado de excelencia educativa y de servicios a la comunidad.